Pototo and Filomeno is the name of an artistic production where the excellent Cuban comedians Leopoldo Fernández and Aníbal de Mar show their singing qualities and sketches, with a whole set of words and similarities very similar to those made famous by ‘La Tremenda Corte ‘, which was a radio program of the comic genre, which was produced in Havana, Cuba, which was broadcast by radio between 1942 and 1961 on an uninterrupted basis. It is said that about 360 episodes were recorded, the vast majority of them heard internationally.
Back in the 1940s, when recorders still did not arrive on the island of Cuba and radio programs were performed live, one could hear Pototo and Filomeno, who were characters incarnated precisely by Leopoldo Fernández and Aníbal de Mar, who more Forward gave life to Three Patines and the Lord Judge respectively. His presentations later began in a television show in 1955 called “The Show of Pototo and Filomeno”. This show was created by producer Álvaro de Villa. A nickname “Pototo” that was imposed on Leopoldo by Villa for a radial series.
The writer Arturo Liendo Lazcano was who at the end of years 50 was in charge of writing the libretos of this humorous duet.
Along with the musical group “Orquesta Melodias del 40”, they made a recording in 1957, where they immortalized their parodies of fashion themes and old melodies, which with humorous lyrics, such as “Letter to Mommy” and “Hasta la lluvia” In the style of the middle-class Cubans, made them laugh more than they could. With another album “Yo pico un pan”, which gives a title to a piece that is parody and onomatopoeia of those controversies between poets Guajiros, gave Pototo and Filomeno their popularity before the Cuban public. The record came out for the radio and record in 1957, and it became winner of a gold disc by the great sales that obtained.
Leopoldo Fernández interpreted Pototo masterfully within the canons of traditional Cuban theater and stamped his artistic stamp on this character. Pototo, unlike Tres Patines, was the so-called Cuban jodedor (the snitcher, the kind of cotorreo, who jokes with people) and had, like Tres Patines, the use of the pun, the change of words, but not Was equal, and the Judge becomes Filomeno, and the duality of Pototo and Filomeno is created in theater, in television and in cinema, in films like Olé Cuba! (From 1957) and in nightclubs such as the Cabaret Sierra and Cabaret Montmartre.
Some of the recorded performances of Pototo and Filomeno evidently have had very little publicity outside of Cuba, if not in some cases, such is the case of a television program called “Los Ricachos”, where Pototo and Filomeno assumed the Personalities of Juan Ramón and Domitilo, in the company of a stellar cast. The program was broadcast in Cuba by CMQ TV.
These humorous actors, so applauded and admired, went to singing as a resource to reaffirm their worth, and even more, to do so at the height of fame, is a fact that explains in itself the substantial, definitive communion that exists between humor and The rhythms of Cuba. A distinction for the Cuban artistic class.
‘Pototo y Filomeno’, un dúo de cómicos que distinguieron a Cuba.
Pototo y Filomeno es el nombre de una producción artística en donde los excelentes humoristas cubanos Leopoldo Fernández y Aníbal de Mar hacen gala de sus cualidades de canto y sketchs, con todo un juego de palabras y ocurrencias muy similares a las que hicieron famoso a ‘La Tremenda Corte’, que fue un programa de radio del género cómico, el cual se produjo en La Habana, Cuba que se transmitió por radio entre 1942 y 1961 de forma ininterrumpida. Se dice que se grabaron alrededor de 360 episodios, la gran mayoría de ellos escuchados a nivel internacional.
Allá en los años cuarenta, cuando todavía no llegaban las grabadoras a la isla de Cuba y los programas de radio se hacían en vivo, se podía escuchar a Pototo y Filomeno, que eran personajes encarnados precisamente por Leopoldo Fernández y Aníbal de Mar, que más adelante dieron vida a Tres Patines y a el Señor Juez respectivamente. Sus presentaciones posteriormente dieron inicio en un show de televisión en el año 1955 llamado “El Show de Pototo y Filomeno”. Este show fue creado por el productor Álvaro de Villa. Un apodo “Pototo” que le fue impuesto a Leopoldo por Villa para una serie radial.
El escritor Arturo Liendo Lazcano fue quien a finales de los años 50 se encargó de escribir los libretos de este dúo humorístico.
Junto con el grupo musical “Orquesta Melodias del 40”, hicieron una grabación en 1957, en donde inmortalizaron sus parodias de temas de moda y viejas melodías, las cuales con letras jocosas, como “Carta a mamita” y “Ahorita va llover”, al estilo de los cubanos de clase media baja, hacían reír a más no poder. Con otro disco “Yo pico un pan”, el cual da título una pieza que es parodia y onomatopeya de esas controversias entre poetas guajiros, le dieron a Pototo y Filomeno su popularidad ante el público cubano. El disco salió para la radio y vitrola en 1957, y se hizo ganador de un disco de oro por las grandes ventas que obtuvo.
Leopoldo Fernández interpretaba a Pototo de manera magistral dentro de los cánones del teatro tradicional cubano y le estampó su sello artístico en este personaje. Pototo a diferencia de Tres Patines, era el llamado jodedor cubano (el cotorreador, el tipo del cotorreo, el que bromea con la gente) y tenía al igual que Tres Patines el hecho de utilizar el retruécano, el cambio de las palabras, pero no era igual, y el señor Juez pasa a ser Filomeno, y se crea la dualidad de Pototo y Filomeno en teatro, en televisión y en cine, en películas como ¡Olé Cuba! (de 1957) y en centros nocturnos como el cabaret Sierra y el cabaret Montmartre.
Algunas de las actuaciones grabadas de Pototo y Filomeno evidentemente han tenido muy poca divulgación fuera de Cuba, si no es que ninguna en algunos casos, tal es el caso de un programa de TV llamado “Los Ricachos”, en donde Pototo y Filomeno asumían las personalidades de Juan Ramón y Domitilo, en compañía de un elenco estelar. El programa fue transmitido en Cuba por CMQ TV.
Estos actores humoristas tan aplaudidos y admirados acudían al canto como recurso para reafirmar su valía, y aun más, que lo hagan en el apogeo de la fama, es un hecho que explica por sí solo la sustancial, definitiva comunión que existe entre el humor y los ritmos de Cuba. Una distinción para la clase artística cubana.
Agencies/Wiki/Internet Photos/Arnoldo Varona/TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.
Cuba Photos.