It was May 20, 1929, under the presidency of Gerardo Machado that inaugurated the Cuban Palace, under the direction of the architect Eugenio Raynieri Piedra and estimated among the six most beautiful in the world.

Many then we could reach to visit several of its halls: the Museum of Natural History and the Planetarium. But the years were making a dent in their facilities and the dome of the dome was turned off one day not to illuminate the nights of the Paseo de Marti (for many, still the Havana Prado).

Its restoration brings a responsibility and “requires a careful work of every detail,” explains the engineer Mariela Mulet Hernandez, head of the investment group Prado, the budgeted investment unit of the Office of the Historian of Havana.

“We had to look for materials that, for such a restoration, 90 percent are imported, and it is often difficult to obtain them.” It was all complicated, but we have gone beyond that stage. All that could further damage the building. ”

When asked which were the most complex problems, he assures that they evaluate the piping systems to reuse them; We had to do magic, “he says smiling,” and even get a device with a small camera to see the interior of the facility.

The Capitol has splendid halls, elevators with beautiful doors, staircases with turned railings, and clocks, lamps, furniture, doors and windows with an elegant, majestic seal; Sometimes dazzling, others more sober. “To the original carpentries of precious wood and bronze, and to the luminarias also of brass they lacked elements or they were not.We used the original book of the Capitol, and reproduced complete, or the necessary parts.We had to go to Mexico to replace with plafones From onyx the broken alabaster.

“There are also 60 types of marbles on the floors, most of which could be restored, but we made contact with the house in Italy from where they were originally brought and brought what was necessary to replace what was missing, and restored the original furniture and dishes of the Capitol “.

One of the places that was in worse conditions, says Mariela, was the dome of 91.73 meters of height. “It was necessary to demolish a part, the pretension is to finish it this year and that the scintillator illuminates again, was the first of its time and will return in all its splendor,” he says with healthy vanity.

In 2016 Russian specialists offered their help to the restoration of the gold layer of the dome of the National Capitol of Havana where currently the Headquarters of the National Assembly of Cuba lies. The aid was requested by the Cuban parliamentarians and that is why the Management Directorate of the Russian president commissioned the services of measurement and studies of the summit for 2.4 million rubles (around 42,500 dollars) to define the technical state of its structure. Currently the Russian federal company Goszagransobstvennost attached to the Management Directorate of the Russian president is holding a project contest for the restoration of the golden cape of the Capitol dome.

“The replica of the diamond – the original is in the National Bank – will return to the Hall of Lost Steps, at the foot of the Statue of the Republic, the work of the Italian artist Angelo Zanelli, one of the most prestigious of his time. That figure, which measures 17 meters and weighs 49 tons, is one of the largest in the world.

The wide central granite staircase can be mentioned, with 55 steps leading to the central portico. To each side, a sculpture of Zanelli: the one of the right represents the tutelary virtue of the town; The one on the left symbolizes the work.

On the doors, marble boxes on both sides represent war and peace; In the center the coat of arms of the Republic. Above the windows stand metopas carved with themes of national life: commerce, family, justice, agriculture and education. There are also others related to science and the arts.

Although the idea of ​​constructing the Capitol was of a dictator (Machado), the Cuban nationality is observed in each place where the look is directed. The shield, the RC letters – initials of the Republic of Cuba – as well as allusions to culture and history are in each space. Elements that mark our identity and Cuban identity are everywhere. In something as insignificant as a vacuum air cleaning system is the coat of arms of the Republic. The inner courtyards, which are not in any other Capitol, are designed for Cuba. The hands of Cuban artists created what they treasure, “he says.

“I think it deserves to be repaired.It is a legacy for the new generations and reference of restoration. For students of the school-workshop and other newly graduated specialists it is very important to participate in the rescue of a building like this.”

When Havana celebrates November 16, 2019, the 500th anniversary of its founding, it will proudly show its Capitol, which will have banished forever the ghosts of carelessness to be immense, beautiful and Cuban.

Ayuda Rusa en la larga faena de restaurar Nuestro Capitolio Nacional.

Fue el 20 de mayo de 1929, bajo la presidencia de Gerardo Machado que quedó inaugurado el Palacio Cubano, realizado bajo la dirección del arquitecto Eugenio Raynieri Piedra y estimado entre los seis más hermosos del mundo.

Muchos lo vieron alzarse, entre asombrados y curiosos, y muchos también pusieron «su granito de arena» en una construcción que se extendió por años. Artistas renombrados colocaron su impronta; los más lujosos mármoles y bronces colmaron sus espacios, así como un diamante que merece un poco de historia. Con su origen en los zares de Rusia, fue colocado en el Salón de los Pasos Perdidos para marcar el kilómetro cero de la Carretera Central.

Muchos entonces pudimos alcanzar a visitar varios de sus salones: el Museo de Historia Natural y el Planetario. Pero los años fueron haciendo mella en sus instalaciones y el centellador de la cúpula se apagó un día para no volver a iluminar las noches del Paseo de Martí (para muchos aún el Prado habanero).

Inicio de una travesía

Su restauración trae una responsabilidad y “requiere de un trabajo cuidadoso de cada detalle” así lo explica la ingeniera Mariela Mulet Hernández, jefa del grupo de inversiones Prado, de la unidad presupuestada inversionista de la Oficina del Historiador de La Habana.

“Es una obra muy compleja, con grado de protección uno, hay que respetar cada detalle, nada se puede cambiar. Entonces comienzan las dificultades, porque debajo de los pisos, detrás de las paredes, están los sistemas que dan vida a la edificación pero, ¿cómo llegar a ellos? Además surge la necesidad de dotarla de nuevas tecnologías de climatización, seguridad, pero sin que queden expuestos porque serían objetos anacrónicos, por lo que es imprescindible enmascararlos”. Por ejemplo, la alimentación eléctrica principal tenía el cableado original y tuvimos que retirarlo; era ineludible restaurar los servicios sanitarios y pluviales manteniendo las características arquitectónicas y los elementos decorativos, sin estropear nada, porque todo es patrimonio”, detalla.

“Teníamos que buscar los materiales que, para una restauración así, el 90 por ciento son de importación, y muchas veces se dificulta obtenerlos. Todo fue complicado, pero hemos ido superando esa etapa. Comenzamos por las cubiertas, patios interiores y tratando de resolver todo aquello que podía dañar aún más el edificio”.

Al preguntarle cuáles fueron los problemas más complejos, asegura que evaluar los sistemas de tuberías para reutilizarlos; hemos tenido que hacer magia —precisa sonriente— y hasta conseguir un aparato con una pequeña cámara para ver el interior de las instalaciones.

El Capitolio tiene esplendorosos salones, elevadores con bellas puertas, escaleras con torneadas barandas, y relojes, lámparas, muebles, puertas y ventanas con un sello elegante, majestuoso; a veces deslumbrante, otros más sobrios. “A las carpinterías originales de maderas preciosas y bronce, y a las luminarias también de bronce les faltaban elementos o no estaban. Utilizamos el libro original del Capitolio, y se reprodujeron completas, o las partes necesarias. Tuvimos que ir a México para sustituir con plafones de ónix los rotos de alabastro.

“Además hay 60 tipos de mármoles en los pisos; la mayoría se pudieron restaurar, pero hicimos contacto con la casa en Italia de donde se trajeron originalmente y trajimos lo necesario para reponer lo faltante. También se recuperó el mobiliario y la vajilla original del Capitolio”.

Uno de los lugares que se encontraba en peores condiciones, refiere Mariela, era la cúpula de 91,73 metros de altura. “Fue necesario demoler una parte. La pretensión es terminarla este año y que el centellador ilumine de nuevo. Fue el primero de su época y regresará con todo su esplendor”, asegura con sana vanidad.

En 2016 especialistas rusos ofrecieron su ayuda a la restauración de la capa de oro de la cúpula del Capitolio Nacional de la Habana donde actualmente radica la Sede de la Asamblea Nacional de Cuba. La ayuda fue solicitada por los parlamentarios cubanos y por eso la Dirección de Gerencia del presidente ruso encargó los servicios de medición y estudios de la cúpula por 2,4 millones de rublos (alrededor de 42.500 dólares) para definir el estado técnico de su estructura. Actualmente la empresa federal rusa Goszagransobstvennost adjunta a la Dirección de Gerencia del presidente ruso está realizando un concurso de proyectos para la restauración de la capa dorada de la cúpula del Capitolio.

El recorrido nos lleva hasta la entrada principal. Desde allí se divisan los jardines exteriores, el ala norte restaurada; en el sur se trabaja todavía. “El pavimento es de terrazo integral. Estaba muy deteriorado y lo hemos sustituido por una réplica del original. Las instalaciones eléctricas son 101 farolas de hierro y bronce que ya están restauradas y llevarán iluminación led, moderna y ahorrativa”, puntualiza.

«La réplica del diamante —el original está en el Banco Nacional— volverá al Salón de los Pasos Perdidos, a los pies de la Estatua de La República, obra del artista italiano Ángelo Zanelli, uno de los más prestigiosos de su época. Esa figura, que mide 17 metros y pesa 49 toneladas, es una de las más grandes del mundo colocada bajo techo.

Ambos separados con toda intención por “el de Los Pasos Perdidos”. Y la biblioteca, impresionantemente hermosa con sus anaqueles de madera, elegantes muebles y lámparas majestuosas, otrora dedicada a los congresistas.

No puede dejar de mencionarse la ancha escalinata central de granito, que con 55 escalones conduce al pórtico central. A cada lado, una escultura de Zanelli: la de la derecha representa la virtud tutelar del pueblo; la colocada a la izquierda simboliza el trabajo.

Sobre las puertas, recuadros de mármol a ambos lados representan la guerra y la paz; en el centro el escudo de la República. Encima de las ventanas se destacan metopas labradas con temas de la vida nacional: comercio, familia, justicia, agricultura e instrucción. También hay otras referidas a las ciencias y las artes.

Aunque la idea de construir el Capitolio fue de un dictador (Machado), la nacionalidad cubana se observa en cada lugar adonde se dirija la mirada. El escudo, las letras RC —iniciales de República de Cuba—, así como alusiones a la cultura y la historia están en cada espacio. Elementos que marcan nuestra identidad y cubanía están en todas partes. En algo tan insignificante como un sistema de limpieza de aire al vacío está el escudo de la República. Los patios interiores, que no están en ningún otro Capitolio, son pensados para Cuba. Las manos de artistas cubanos crearon lo que atesora”, destaca.

“Creo que merecía ser reparado. Es un legado para las nuevas generaciones y referencia de lo que significa la restauración. Para los estudiantes de la escuela-taller y otros especialistas recién graduados es muy importante participar en el rescate de un edificio como este”.

Cuando La Habana celebre el 16 de noviembre de 2019 el aniversario 500 de su fundación, mostrará con orgullo su Capitolio, que habrá desterrado para siempre los fantasmas del descuido para mostrarse inmenso, hermoso y cubano.

La Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) llegó al Capitolio. Y aunque los períodos ordinarios de sesiones continuarán teniendo lugar como hasta ahora en el Palacio de Convenciones, las oficinas auxiliares del órgano supremo del poder del Estado están en el emblemático edificio, adueñadas de su ala norte.

Quizá en algún momento todos los diputados de Cuba se reúnan en el simbólico sitio, pero, al menos por ahora, la realidad es que los dos salones amplios con los que este cuenta (construidos cuando el Parlamento tenía dos cámaras) no poseen la capacidad numérica, ni tecnológica y logística para recibir a los representantes del pueblo en las reuniones de las diez comisiones permanentes de trabajo, o en las sesiones legislativas.

Aún así, las comisiones y la Presidencia del órgano tienen —en los cuatro pisos de su área del Capitolio— sus oficinas, y los salones de protocolo en los que se recibe a los visitantes del más alto nivel. Aquí se han puesto al alcance de diputados y trabajadores tecnología de avanzada y condiciones superiores para trabajar.

Sobre lo que este cambio representa para Cuba, la comunicadora señala que, aunque cualquier malintencionado pretenda que el establecimiento de la Asamblea Nacional del Poder Popular en el Capitolio pueda significar un regreso al capitalismo, que nada tiene que hacer en este país, en realidad simboliza que “ahora será el edificio del pueblo cubano como nunca antes lo fue; donde estarán sus representantes y al que se podrá asistir para conocer.

“Por eso hemos tomado como eslogan de la campaña la frase Una sede, dos tesoros, porque Cuba tendrá aquí un edificio simbólico, pero también la sede de su expresión máxima de democracia”, destacó Mariela.

Agencies/Juventud Rebelde/Excerpts/Internet Photos/ Arnoldo Varona/ TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY,HOLLYWOOD.

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