Origin of the Eastern Cuban region, “El Son” is a musical genre, rhythm par excellence of Cuban music that from the early years did notice its rise due to the number of authors, composers, orchestras and works that arose and developed, having great acceptance by everybody. However today on the island there are some variants of Son that we all know as: El Changüí, El Nengón, and El Kiribá that remain almost “Maroons” in time, fundamentally in the East, in its most autochthonous expression.
EL CHANGÜI is considered by some authors as mother of son, El changüí is a music of rural or montuna origin. It arose, like the Son, in the same part of the island of Cuba, more specifically in the municipalities near the city of Guantánamo. The changüí is derived from the Nengón and its birth, at the end of the 19th century, is linked to figures such as Nené Manfugás. It is interpreted with instruments like the guitar three, the marimba, the güiro, the keys and the maracas. Works of great significance changüisera are found in: “El guararey de Pastorita”, “Camarón”, “What a good party in Cecilia” and among the groups stand out the Changüí Group of Guantánamo, group of Chito Latamblet, and the orchestras of Elio and Odelquis Revé among others.
THE NENGÓN, is another variant of Son that extends by the region of the Cauto. It is presumed to have more than 100 years of created. The Cauto nengón, maintains its original repertoire among other numbers that reflect the traditions of the Cauto Christ being peculiar in the ways of touching and dancing. The antecedents are linked with our wars of independence. Already for the 19th century in the Cauto, peasants of Peninsular and Creole origin played El Nengón. It is a son run in the form of controversy in quatrains with choruses chanted by musicians and dancers, is characterized, in opposition to the changüí and son, by a greater simplicity in its execution, with few or no syncopation.
Originally, it was interpreted with an instrument known like Tingo talango, that acted as bass. This instrument of Congolese origin consists of a branch of flexible tree that, in the form of arc, tensions a rope tied to the end of the branch and to a stone buried in the ground. Over time, the talo talango was replaced by the marlboro; and the “modern” Nengon began to be interpreted with the same instrumentation of the Changüi.
EL KIRIBÁ is also another form of singing and dancing native to the region of Baracoa, considered the primary cell of Cuban son. Part of the alternation of verse and chorus, depending on its extension of the skills of improvisers. You dance in pairs. It’s a slow dance, although the dance is faster than the nengón. He has choreographic freedom. The interpretation of the Kiribá demands a particular musical format, similar to the traditional son, with protagonism of the three accompanied by maritime, bongoes, guayo or güiro and maracas. Although in its beginnings it had great root in several settlements of Baracoa, like the Nengón, the tradition is maintained in the cacao mass of the Jamal, in particular in the community of the Güirito. Research has revealed that it was first heard more than a century ago. Kiribá is considered a variant of the changüí.
These are some of the variants of our tasty Cuban rhythm, “EL SON”, which for many years has delighted and deepened our rooted cubania.
DE LA MÚSICA CUBANA. VERTIENTE DEL “SON” CUBANO.
Originario del Oriente Cubano “El Son” es un género musical ritmo por excelencia de la música cubana que desde los años iniciales hizo notar su auge debido a la cantidad de autores, compositores, orquestas y obras que surgieron y se desarrollaron, teniendo gran aceptación por todos. Sin embargo hoy en día en la isla pueden encontrarse algunas variantes del Son que todos conocemos como: El Changüí, El Nengón, y El Kiribá que permanecen casi “Cimarrones” en el tiempo, fundamentalmente en el Oriente, en su expresión más autóctona.
EL CHANGÜI es considerado por algunos autores como madre del son, El changüí es una música de origen rural o montuna. Surgió, al igual que el Son, en la misma parte de la isla de Cuba, más específicamente en los municipios cercanos a la ciudad de Guantánamo. El changüí se deriva del Nengón y su nacimiento, a fines del siglo XIX, está vinculado a figuras como el tresero Nené Manfugás. Es interpretado con instrumentos como la guitarra tres, la marimba, el güiro, las claves y las maracas. Obras de gran significación changüisera se encuentran en: “El guararey de Pastorita”, “Camarón”, “Que buena fiesta en Cecilia” y entre los grupos se destacan el Grupo Changüí de Guantánamo, grupo de Chito Latamblet, y las orquestas de Elio y Odelquis Revé entre otros.
https://youtu.be/3dLy2uOgLj4
EL NENGÓN, es otra variante del Son que se extiende por la región del Cauto. Se presume tiene más de 100 años de creados. El nengón del Cauto, mantiene su repertorio original entre otros números que reflejan las tradiciones del Cauto Cristo siendo peculiar en las formas de tocarse y bailarse. Los antecedentes se vinculan con nuestras guerras de independencia. Ya para el Siglo XIX en el Cauto, los campesinos de origen peninsular y criollos tocaban El Nengón. Es un Son corrido en forma de controversia en cuartetas con estribillos coreados por músicos y bailadores, se caracteriza, en oposición al changüí y el son, por una mayor simplicidad en su ejecución, con pocas o ninguna síncopa.
Originalmente, era interpretado con un instrumento conocido como Tingo talango, que hacía las veces de bajo. Este instrumento de origen congolés consiste en una rama de árbol flexible que, en forma de arco, tensiona una cuerda atada al extremo de la rama y a una piedra enterrada en el suelo. Con el tiempo, el tingo talango fue sustituido por la marímbula; y el Nengón “moderno” comenzó a interpretarse con la misma instrumentación del Changüi.
EL KIRIBÁ es también otra forma de canto y baile autóctona de la región de Baracoa, considerada célula primaria del son cubano. Parte de la alternancia de verso y estribillo, dependiendo su extensión de las habilidades de los improvisadores. Se baila en parejas. Es un son lento, aunque el baile es más rápido que el nengón. Tiene libertad coreográfica. La interpretación del Kiribá demanda un formato musical particular, parecido al del son tradicional, con protagonismo del tres acompañado por marímbula, bongoes, guayo o güiro y maracas. Aunque en sus inicios tenía gran arraigo en varios asentamientos de Baracoa, al igual que el Nengón, la tradición se mantiene en el macizo cacaotero del Jamal, en particular en la comunidad de El Güirito. Las investigaciones hechas revelan que se escuchó por primera vez hace más de un siglo. El Kiribá es considerado una variante del changüí.
Estos son algunas de las variantes de nuestro sabrosón ritmo Cubano, “EL SON”, que por muchos años nos ha deleitado y profundizado nuestra enraizada cubania.
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THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.