Inside CubaLetters From Cuba (5/24/12)


RECOVERING THE MEMORY
By Ravsberg Fernando

In a recent interview, the Cuban writer Leonardo Padura said Hugo Chinea as the officer that complained and threatened him “every time an article was written by a long shot could be taken as a criticism” in the journal ‘The Bearded Cayman’ (El Caiman Barbudo).

Chinea apparently ran a Party office dedicated to prevent ideological contamination of Cuban culture. The official replied that “poke around” in the past is a tactic of certain media to “mess with the old negative issues currently seeking to discredit.”

Not the first time that intellectuals rise up against those who persecuted by believers, critics, gay or just weird. A few years ago protested en masse when the TV tribute to some of the sensors as if they were cultural promoters.

Was thus shown that it is not so easy to rewrite history and silence the past. Many of those who suffered exclusion, contempt and fear do not ask for revenge but they refuse to forget and that is their right, no one may be required to surrender his memory.

The whole thing left me thinking about how difficult it is to know a history of Cuba without taboo topics.

The fact that “poke” in the past will become suspect explains why many Cubans hardly know some events in their national past.

The collective memory does not seek to “mess with old negative issues today,” but gather the experience of the nation, with the understanding that if a people do not know their history background risks again and again repeat the same mistakes.

Some believe that analyzing the failures of the past may be a counterrevolutionary act, but the truth is that if the Cubans knew the disastrous result of censorship intellectuals may not apply the same procedure to journalists.

Furthermore, silence is the worst option when you have enemies as powerful as having Cuban Revolution. Mariela Castro seems to understand why attempt to write the history of the Military Units to Aid Production (1).

The daughter of the president intends to “learn from the story with honesty and transparency and responsibility.” I doubt some of those who can count on UMAP than what has been written by his political adversaries.

Now just publish the number of inmates who are in Cuba. The amount is high but is half the number of prisoners who spread dissent during the decades when the government gave a monopoly of information on the subject.

But much remains to be updated. A few days ago I attended a history class. The teacher taught that the Revolutionary Offensive of 1968, which nationalized the trade, small businesses and even the street stalls, was a decisive step towards the construction of socialism.

I asked him to explain to me then that it is “building” now when he drives the self-employed, small businesses and hair salons are delivered to employees. The girl replied that she taught me what is in books.

I imagine the confusion of young people if they happen to contrast the story “that is in the books” with the transformations taking place today in the country. It will be an arduous task to convince them of the need for changes without acknowledging that mistakes were made.

Moreover, the story begins to peek through other hearths in Spain published a book (2) where they say that “Marquitos”, the whistleblower who in 1957 led to the murder of several student leaders, was a member of the old Communist Party (PSP).

And for that reason the deputy minister of the Armed Forces in the 60’s, Joaquin Ordoqui, an old picture of the PSP closely linked to the USSR, was dismissed and arrested at his home until his death in 1973, accused of concealing treason.

In another book (3), written by a German-based files of the intelligence services of the socialist countries, reveals that “the selfless help of the Soviet Union” included strong pressure to force Cuba to adopt the Soviet model .

The puzzle has begun to take shape and can help to understand this but there are still many pieces to find. Cuba has the academy, historians, files and even the living sources but the weight of the secrets paralyzed it, leaving to others the account of his own history.

(1) The UMAP, Military Units to Aid Production were farms in the 60’s that are recruited to religious, gays and other foreign citizens considered ideologically to “reeducate” through work.
(2) “A sensitive issue”, Miguel Barroso, publisher Mondadori.
(3) “Fidel Castro”, Volker Skierka, Mreditorial.

Sources: LetterFromCuba/BBC/FernandoRavsber/RaquelPerezPhoto/TheCUbanHistory.com
Cartas desde Cuba/ The Cuban History/ Arnoldo Varona, Editor

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RECUPERANDO LA MEMORIA
Por Fernando Ravsberg

En una reciente entrevista, el escritor cubano Leonardo Padura señaló a Hugo Chinea como el funcionario que le echaba la descarga y lo amenazaba “cada vez que se escribía un artículo que por asomo pudiera ser asumido como una crítica” en la revista El Caimán Barbudo.

Al parecer Chinea dirigía una oficina del Partido dedicada a impedir la contaminación ideológica de la cultura cubana. El funcionario respondió que “hurgar” en el pasado es una táctica de cierta prensa para “enredar viejos asuntos negativos con la actualidad en su afán por desacreditar”.

No es la primera vez que los intelectuales se levantan contra quienes los persiguieron por creyentes, críticos, homosexuales o simplemente por raros. Hace unos años protestaron en masa cuando la TV homenajeó a algunos de los censores como si se tratara de promotores culturales.

Quedó así demostrado que ya no es tan fácil reescribir la historia ni silenciar el pasado. Muchos de los que sufrieron la marginación, el desprecio y el miedo no piden revancha pero se niegan a olvidar y están en su derecho, nadie les puede exigir que entreguen su memoria.

Todo este asunto me dejó pensando en lo difícil que es conocer una historia de Cuba sin temas tabús.

El hecho de que “hurgar” en el pasado te convierta en sospechoso explica por qué muchos cubanos apenas conocen algunos acontecimientos de su pasado nacional.

La memoria colectiva no busca “enredar viejos asuntos negativos con la actualidad” sino recoger la experiencia de la nación, en el entendido de que si un pueblo no conoce a fondo su historia se arriesga a repetir una y otra vez los mismos errores.

Algunos creen que analizar las fallas del pasado puede ser un acto contrarrevolucionario, pero lo cierto es que si los cubanos conocieran el nefasto resultado de la censura a los intelectuales tal vez no aplicarían el mismo procedimiento a los periodistas.

Además, el silencio es la peor opción cuando se cuenta con enemigos tan poderosos como los que tiene la Revolución Cubana. Parece comprenderlo Mariela Castro y por eso intenta que se escriba la historia de las Unidades Militares de Apoyo a la Producción (1).

La hija del presidente propone “aprender de la historia con honestidad y transparencia y asumir responsabilidades”. Dudo mucho que algo de los que se pueda contar sobre las UMAP supere lo ya escrito por sus adversarios políticos.

Ahora acaban de publicar la cifra de reclusos que hay en Cuba. La cantidad es elevada pero representa la mitad del número de presos que propagaba la disidencia, durante las décadas en que el gobierno le cedió el monopolio de la información sobre el tema.

Pero queda aún mucho por actualizar. Hace unos días presencié una clase de historia. La profesora enseñaba que la Ofensiva Revolucionaria de 1968, que nacionalizó el comercio, la pequeña empresa y hasta de los puestos de venta callejeros, fue un paso decisivo para la construcción del socialismo.

Le pedí que me explicara entonces que se está “construyendo” ahora cuando se impulsa el trabajo por cuenta propia, las pequeñas empresas y se entregan las peluquerías a sus empleados. La muchacha me respondió que ella enseña lo que está en los libros.

Imagino la confusión de los jóvenes si se les ocurre contrastar la historia “que está en los libros” con las transformaciones que se desarrollan hoy en el país. Será una tarea ardua convencerlos de la necesidad de cambios sin reconocer que hubo errores.

Además la historia comienza a asomarse por otros lares, en España se publicó un libro (2) donde aseguran que “Marquitos”, el delator que en 1957 provocó el asesinato de varios dirigentes estudiantiles, era militante del viejo Partido Comunista (PSP).

Y que por esa razón el viceministro de las Fuerzas Armadas en los años 60, Joaquín Ordoqui, un viejo cuadro del PSP estrechamente vinculado a la URSS, fue destituido y detenido en su domicilio hasta su muerte en 1973, acusado encubrir al traidor.

En otro libro (3), escrito por un alemán y basado en los archivos de los servicios de inteligencia de los países socialistas, se revela que “la ayuda desinteresada de la Unión Soviética” incluyó fuertes presiones a Cuba para obligarla a adoptar el modelo soviético.

El rompecabezas se va armando y permite entender mejor el presente pero aún faltan muchas piezas. Cuba tiene la academia, los historiadores, los archivos y hasta las fuentes vivas pero el peso de los secretos la paralizan, dejando en manos de otros el recuento de su propia historia.

(1) Las UMAP, Unidades Militares de Apoyo a la Producción, fueron granjas que en las que en los años 60 se recluían a religiosos, homosexuales y otros ciudadanos considerados ideológicamente extraños con el fin de “reeducarlos” mediante el trabajo.
(2) “Un asunto sensible”, Miguel Barroso, editorial Mondadori.
(3) “Fidel Castro”, Volker Skierka, Mreditorial.

Sources: LetterFromCuba/BBC/FernandoRavsber/RaquelPerezPhoto/TheCUbanHistory.com
Cartas desde Cuba/ The Cuban History/ Arnoldo Varona, Editor

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