Censorship is not enough to explain certain information deficiencies that still persist. (14ymedio).
“Hey, since you have wifi, you do not buy me the newspaper,” a street vendor shouts at a young woman who walks down Tulipan Street in Havana. Although the monopoly of the Communist Party on the press is maintained in Cuba, today readers have more information options thanks to the growing number of independent publications.
The road to reach this point has not been easy. In the process were thousands of unpublished articles, hundreds of truncated journalistic careers and countless stories that never came to be told; but the main transformation has occurred in the public, in that recipient of the news that is increasingly demanding.
Far are the years when it was enough to tune into a forbidden station and listen to the complaint that a citizen had in his own voice through those microphones. Now, the information industry is expected to perform professional work of higher quality and touch a broader range of topics, among many other demands.
On this March 14, day of the Cuban press, journalists, editors and media directors must be aware that the audience is watching us, that there is someone who is fed up with propaganda and hopes to find information to form an opinion. He has not come to our site to read a manifesto, but a newspaper.
Journalists, editors and media directors should be aware that the audience is watching us, that there is someone who is fed up with propaganda and hopes to find information to form an opinion
Underground Antena.
Those readers can now choose between looking at the state television news or the prohibited satellite dishes. By hand they have the package, with their independent magazines in PDF format, the news SMS that many receive and the traditional “Bemba radio” to know what is rumored on the streets.
Despite the high prices of web browsing, they also learn about a news “published on the Internet” through a friend. When an official newspaper publishes a cryptic editorial, mentioning enemies or provocations, they appeal to a friend to help them read between the lines and complete the references.
The censorship is not enough to explain certain informative deficiencies that still persist in the union, the repression should not be the justification to settle into mediocrity. What we have suffered, the personal and social cost that each journalist has paid to perform their work, should not be a reason for lack of quality or audacity.
Readers, those severe judges who observe us, will not be convinced by our pain or the wounds that we have accumulated in the side, but the value and the veracity of the stories we tell.
(OPINIÓN) LA PRENSA CUBANA ANTE EL NUEVO RETO PARTICIPATIVO.
La censura no es suficiente para explicar ciertas deficiencias informativas que todavía persisten. (14ymedio)
“Oye, desde que tienes wifi no me compras el periódico”, le grita un vendedor ambulante a una joven que camina por la calle Tulipán en La Habana. A pesar de que en Cuba se mantiene el monopolio del Partido Comunista sobre la prensa, los lectores tienen hoy más opciones informativas gracias al creciente número de publicaciones independientes.
El camino para llegar a este punto no ha sido fácil. En el proceso quedaron miles de artículos sin publicar, cientos de carreras periodísticas truncadas e infinidad de historias que nunca llegaron a ser contadas; pero la transformación principal se ha producido en el público, en ese destinatario de la noticia que es cada vez más exigente.
Lejos quedan los años en que bastaba sintonizar alguna emisora prohibida y escuchar la denuncia que un ciudadano contaba en su propia voz a través de esos micrófonos. Ahora, del gremio informativo se espera que realice una labor profesional de mayor calidad y que toque un abanico más amplio de temas, entre muchas otras demandas.
En este 14 de marzo, día de la prensa cubana, los periodistas, editores y directores de medios debemos ser conscientes de que la audiencia nos observa, que hay alguien que está harto de propaganda y espera encontrar datos para formarse una opinión. No ha llegado a nuestro sitio para leer un manifiesto, sino un periódico.
Los periodistas, editores y directores de medios debemos ser conscientes de que la audiencia nos observa, que hay alguien que está harto de propaganda y espera encontrar datos para formarse una opinión
Una de las Zonas Exclusivas con WIFI para la Población.
Esos lectores ahora pueden elegir entre mirar el noticiero estelar de la televisión estatal o las prohibidas antenas parabólicas. A mano les queda el paquete, con sus revistas independientes en formato PDF, los SMS de noticias que muchos reciben y la tradicional “radio Bemba” para saber lo que se rumora en las calles.
A pesar de los altos precios de la navegación web, también llegan a enterarse de una noticia “publicada en internet” a través de un conocido. Cuando algún diario oficial lanza un críptico editorial, mencionando enemigos o provocaciones, apelan a algún amigo que les ayude a leer entre líneas y a completar las referencias.
La censura no es suficiente para explicar ciertas deficiencias informativas que todavía persisten en el gremio, la represión no debe ser la justificación para acomodarse en la mediocridad. Lo que hemos padecido, el costo personal y social que cada periodista ha pagado por ejercer su labor, no debe ser motivo para la falta de calidad o de atrevimiento.
A los lectores, esos jueces severos que nos observan, no les va a convencer nuestro dolor o las heridas que hemos acumulado en el costado, sino el valor y la veracidad de las historias que contemos.
Agencies/14ymedio/Yoani Sánchez,La Habana/Internet Photos/Arnoldo Varona/ TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.
