Inside CubaLetters From Cuba (06/08/12) COMENTARIOS (S)

Elias Carranza, a senior UN official for the Prevention of Crime and the Treatment of Offenders, said that Cuba is the safest country in the region, it has not the serious situation of violence that characterizes the continent and has great achievements in reducing crime.

I immediately started looking for information on the most common crimes on the island and we can compare figures with other countries in the region, but authorities did not give hardly any information.

Nor is the issue in the national media, lack of “red page” and not publish anything about crimes, robberies, rapes or murders, or even write when starving 33 patients in a psychiatric hospital.

To counter the vacuum created citizens “Radio Bemba”, transmission from person to person. It is true that information is distorted a bit, but travels with astonishing speed, in hours can reach Havana news of a crime that occurred in the province of Holguin.

Living in Cuba a “feel” that there is enough security. No fear walking at night. I have walked through slums without being attacked, and in 20 years, the most violent I suffered was the pull the bag from my wife in Old Havana.

Pareja cubana en el malecón de La Habana. (Foto: Raquel Pérez)

And I’m not alone. An African American cameraman who worked in Cuba and moved through neighborhoods more “difficult” in Havana, told us laughing Cuban criminals are infants compared to the neighborhood where he was born in New York.

Looking around us, Haiti, Mexico, Central America, Colombia, Venezuela, Brazil, USA – one wonders how the Cubans have managed to maintain minimum levels of social violence. The answer involves many factors and none is easy to analyze.

Before 1959 the island was so peaceful. The gunmen became so strong that a president negotiated with them and appointed officers. Then, to complete the task came the U.S. mafia and took over the casinos.

The violent crime control in Cuba should be acknowledged in the first place that forced Washington to create an efficient security service, able to infiltrate and maintain for years to spy on the Defense Intelligence Agency (DIA).

They learned to fend off the violent plans of his neighbor invasions, assassination attempts, bombings, sabotage, elevations, etc. – And applied the same principles and the same techniques to get rid of common criminals.

Infiltrated most violent criminal groups and captured one by one. Finally, some went to the wall, others ended up in jail and many left the country, taking advantage of facilities offered by U.S. immigration all Cubans.

In the late 90’s the drug had begun to grow on the island, moving a larger volume of drug stability achieved in the offer and had bought some policemen. At the same time became more violent and committed some heinous crimes.

Then the intelligence services went into action supported by the information of the Committees of Defense of the Revolution, CDR, in a nationwide operation to put in jail major traffickers and their accomplices.

There is a CDR in every block of every city or town and do night watches over the island. They played a key role in dismantling the violent opposition of the 60 but surveillance is also an obstacle to criminal activity in general.

For decades the CDR were so powerful that political guarantees extended to the neighbors. Today they have lost ground and incorporated into a kind of tropical version of the cameras that watch European cities, such that we always observed but not see them.

I confess that sometimes annoy you. If a stranger is in my home for several days will come to ask and target your personal data thereby harboring a criminal, to infiltrate the CIA or a lover will be just as complicated.

But the most important component to contain the level of social violence could be the care of children. The former vice president Carlos Lage told the UN that 200 million children around the world sleep in the streets and none of them is Cuban.

This explains that in Cuba there are no boys thugs, gang members, dealing drugs or stealing in gangs. It is natural that there are not because there is not a single street child, are all under the protection of their families or state institutions.

The best incubator for violent offenders is the very social violence suffered by millions of children around the world, abandoned by his parents, sleeping in parks, eating garbage, sexually assaulted and sniffing glue.

No need to go to the slums on the continent to understand why the writer Mario Benedetti ruled that the children “is often a lost paradise, but others, is a hell of shit.” It is in the fires of hell those are forged our worst demons.

Sources: CartasDesdeCuba/FernandoRavsberg/RaquelPerezPhoto/TheCubanHistory.com
CartasDesdeCuba/ The Cuban History/ Arnoldo Varona, Editor

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Elías Carranza, un alto funcionario de la ONU para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente, declaró que Cuba es el país más seguro de la región, no presenta la grave situación de violencia que caracteriza al continente y tiene grandes logros en la reducción de la criminalidad.

De inmediato me puse a buscar datos sobre los delitos más comunes en la isla y cifras que nos permitan comparar con otros países de la región, pero las autoridades no entregan prácticamente ninguna información al respecto.

Tampoco aparece el tema en los medios de prensa nacionales, carecen de “página roja” y no publican nada sobre crímenes, robos, violaciones o asesinatos, ni siquiera escriben cuando mueren de hambre 33 pacientes en un psiquiátrico.

Para contrarrestar el vacío los ciudadanos crearon “Radio Bemba”, la trasmisión de persona a persona. Es cierto que la información se deforma un poco, pero viaja con asombrosa rapidez, en horas puede llegar a La Habana la noticia de un crimen ocurrido en la provincia de Holguín.

Viviendo en Cuba uno “siente” que existe bastante seguridad ciudadana. Nadie teme pasear por las noches. Yo he caminado por barrios marginales sin ser agredido y, en 20 años, el caso más violento que sufrí fue el jalón al bolso de mi esposa en La Habana Vieja.

Pareja cubana en el malecón de La Habana. (Foto: Raquel Pérez)

Y no soy el único. Un camarógrafo afroamericano que trabajó en Cuba y se movía por los barrios más “difíciles” de La Habana, nos decía riendo que los delincuentes cubanos son niños de pecho comparados con los del barrio donde nació en Nueva York.

Mirando a nuestro alrededor -Haití, México, Centroamérica, Colombia, Venezuela, Brasil, EE.UU.- uno se pregunta cómo los cubanos han logrado mantener estos niveles mínimos de violencia social. La respuesta abarca muchos factores y ninguno resulta sencillo de analizar.

Antes de 1959 la isla no era tan pacífica. Los pistoleros llegaron a ser tan fuertes que un presidente de la República negoció con ellos y los nombró policías. Después, para completar la faena llegaron los mafiosos de EE.UU. y se adueñaron de los casinos.

El control de la criminalidad violenta en Cuba debe agradecerse en primer lugar a Washington que los obligó a crear un eficiente servicio de seguridad, capaz de infiltrar y mantener durante años a una espía en la Agencia de Inteligencia del Pentágono (DIA).

Aprendieron a defenderse de los planes violentos de su vecino -invasiones, intentos de asesinato, atentados, sabotajes, alzados, etc.- y aplicaron los mismo principios generales y las mismas técnicas para deshacerse de la delincuencia común.

Infiltraron a los grupos delictivos más violentos y los capturaron uno a uno. Finalmente algunos fueron al paredón, otros terminaron en la cárcel y muchos dejaron el país, aprovechando las facilidades migratorias ofrecidas por EE.UU. a todos los cubanos.

A fines de los 90 el narcotráfico había comenzado a crecer en la isla, movían más volumen de droga, lograron estabilidad en la oferta y tenían comprados a algunos policías. A la vez se tornaron más violentos y cometieron algunos crímenes atroces.

Entonces los servicios de inteligencia entraron en acción apoyados en la información de los Comités de Defensa de la Revolución, los CDR, en una operación a nivel nacional que metió en prisión a los principales traficantes y a sus cómplices.

Hay un CDR en cada cuadra de cada ciudad o pueblo y hacen guardias nocturnas a lo largo de toda la isla. Jugaron un papel clave en la desarticulación de la oposición violenta de los 60 pero su vigilancia también es un obstáculo para la actividad delictiva en general.

Durante décadas los CDR fueron tan poderosos que extendían avales políticos a los vecinos. Hoy han perdido protagonismo y devinieron en una especie de versión tropical de las cámaras que vigilan las ciudades europeas, esas que siempre nos observan aunque no las veamos.

Confieso que a veces resultan molestos. Si un desconocido se queda en mi casa varios días vendrán a preguntar y apuntarán sus datos personales con lo que esconder a un delincuente, a un infiltrado de la CIA o a una amante resultará igual de complicado.

Pero el componente más importante para contener el nivel de violencia social podría ser el cuidado de la infancia. El exvicepresidente Carlos Lage dijo en la ONU que 200 millones de niños en el mundo duermen hoy en las calles y que ninguno de ellos es cubano.

Eso explica que en Cuba no haya chicos sicarios, mareros, traficando drogas o robando en pandillas. Es natural que no existan porque no hay ni un solo niño de la calle, todos están bajo la protección de sus familias o de instituciones estatales.

La mejor incubadora de delincuentes violentos es la propia violencia social que sufren millones de infantes en el mundo, abandonados por sus padres, durmiendo en parques, comiendo de la basura, abusados sexualmente e inhalando pegamento.

Ya no hace falta ir a los barrios marginales del continente para comprender por qué el escritor Mario Benedetti sentenció que la infancia “es a veces un paraíso perdido, pero otras, es un infierno de mierda”. Y es en los fuegos de esos infiernos donde se forjan nuestros peores demonios.

Sources: CartasDesdeCuba/FernandoRavsberg/RaquelPerezPhoto/TheCubanHistory.com
CartasDesdeCuba/ The Cuban History/ Arnoldo Varona, Editor

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COMENTARIOS

1. A las 01:22 PM del 07 Jun 2012, oscar canosa Escribió:
Maravilloso. Quitando los CDR, eso precisamente era lo que Nosotros queriamos implantar en Cuba. Pero no nos dieron Tiempo.

2. A las 01:51 PM del 07 Jun 2012, Clau Escribió:
Ok estoy plenamente de acuerdo contigo. La pena es la disilussion que se llevan estos niños al crecer. Del año ’82 cuantos graduados quedan en Cuba? Yo conosco uno cientos que se han ido. CUBA PUEDE MAS, TIENE QUE PEDIR MAS! BASTA CON LOS CARTELES Y LOS SUEÑOS DEL PORVENIR!

3. A las 02:01 PM del 07 Jun 2012, Albin Escribió:
Hola Fernando:
En mi opinión el el control de la violencia en Cuba es uno de los aspectos mas fuertes con que cuenta el gobierno socialista. Es por ello que coincido contigo en que esas cifras deberían ser de control público. Aunque crímenes siempre existan, como el caso del hospital psiquiátrico, los números no se comparan con el resto de los paises en Latinoamerica, pero el acceso a la información es un derecho inalienable de la humanidad.
Saludos

4. A las 02:02 PM del 07 Jun 2012, Luis Garcia Escribió:
Fernando Ravsberg hoy estoy plenamente de acuerdo contigo, con nuestra infancia se sigue la máxima martiana “Los niños nacen para ser felices”
indiscutiblemente un logro de la revolucion cubana junto a su pueblo, nos alegra no tener “pagina roja” y si muchos CDR
saludos

5. A las 02:15 PM del 07 Jun 2012, francisco Escribió:
Hola Fernando:
En Cuba pese a todos los problemas, causados por la propia Revolución y los que se derivan del bloqueo-embargo, los niños nacen para lo que dice Martí.
Muchos de los que aquí opinan, luchan contra lo que hace posible que los niños tengan garantizado un vaso de leche o yogur (sí hasta los siete años, pero todos), e incluso cuando estuvieron en la Isla muchos de ellos se los robaron.

Mando saludos hasta al hijo de mi clon.

6. A las 02:16 PM del 07 Jun 2012, fransisco fuentes Escribió:
bien y ahora que van a decir los que siempre critican , es verdad que hay muchas cosas en cuba que se deben mejorar pero bueno si esto funcionan porque los criticones no lo elogian , y se dicen que estan abiertos al dialogo (si es verdad al dialogo que les conviene no al que resuelve los problemas) y ahora ofendame o digan lo que se les ocurra pero eso va a ser la forma que demuestran que no son tan flaxibles son un poco mas de lo mismo.

y siguen…..

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